Un nuevo marco de enseñanza para formadores en la era post-Covid.
La emergencia del COVID ha obligado a las Universidades de gran parte del mundo a transferir las actividades docentes en línea, dando vida al mayor experimento de digitalización de la historia. Se trata de un reto destinado a influir profundamente en el escenario académico del futuro, convirtiendo el e-learning en un componente permanente de la enseñanza universitaria y colocando a los profesores individuales y a la gobernanza de las distintas universidades en una encrucijada: si recurrir a la simple y ya superada lección de vídeo a distancia o utilizar productos de formación llave en mano, no concebidos y creados colocando al alumno en el centro del proceso de enseñanza, sino empaquetados tout-court en un enfoque industrial. Esta condición es difícilmente conciliable con la pluralidad y la heterogeneidad de las necesidades de aprendizaje que no deben ser degradadas, aprobadas y comprimidas, sino valoradas, interpretadas y satisfechas para evitar el riesgo, entre otras cosas creciente debido a la COVID, de una reducción de las matrículas y de los recursos financieros (EUA, The impact of the COVID-19 crisis on university funding in EU, 2020).